eNTRaDaS PaRa La HiSTeRia

viernes, 30 de agosto de 2013

Ángel Montero Herrero, la pasión, estudio y difusión del órgano y su música. Entrevista a Ángel Montero

EL ARTISTA

Ángel Montero Herrero (Madrid, 1989), comienza sus estudios musicales oficiales a los nueve años, finaliza en 2009 el Grado Profesional de piano, y en 2010 el de órgano, cursado con Anselmo Serna, ambos con calificación final de sobresaliente.

Es asimismo Licenciado en Filología Hispánica (UCM, 2012). Estudia actualmente Grado Superior de Órgano en el Centro Superior de Enseñanza Musical Katarina Gurska (Madrid) con los profesores Roberto Fresco y Daniel Oyarzábal.
Ha realizado numerosos cursos de especialización con profesores como Montserrat Torrent, Edoardo Belloti, Jon Laukvik, Michael Radulescu y Lugder Lohmann.


Recibió en 2010 el premio Andrés Segovia - José Miguel Ruiz Morales en las jornadas de Música en Compostela. Es organista de la Catedral de Segovia, así como de la iglesia parroquial de Lastras del Pozo, en Segovia, y colabora regularmente con otras parroquias.

Ofrece desde los dieciséis años audiciones de órgano en numerosos lugares de la geografía española y desarrolla una actividad intensa como acompañante, tanto con solistas como con diversas agrupaciones, que le ha llevado a realizar conciertos en Francia y Marruecos. Participa intensamente en la difusión del órgano y su música como miembro activo de la Asociación Correa de Arauxo de Amigos del Órgano de Segovia.

Colabora desde 2009 con María del Barrio, con diferentes propuestas musicales que abarcan desde la música medieval hasta la contemporánea, y que han llevado a diferentes lugares de la provincia de Segovia, pero también a diversos escenarios de París, Tours, Tetuán, Madrid, Valladolid y Toledo.


LA ENTREVISTA

¿Cómo es ser músico profesional? ¿Cuántas horas diarias se pueden llegar a dedicar al estudio? ¿Cuál es el panorama actual para un músico de orquesta, de cámara o solista?
Ser músico profesional es una dedicación apasionante, pero al mismo tiempo es muy sacrificado. Dedicas tu vida a hacer lo que más te gusta sobre todas las cosas, pero para ello estás constantemente renunciando a mucho.

Como meta ideal y como músico, me propongo estudiar todos los días entre cinco y seis horas; últimamente veo necesario incluso alcanzar las ocho horas de estudio. El problema es que no todos los días existe este tiempo disponible…

El panorama actual en España es un tanto ambiguo, al menos así lo veo yo. A pesar de los numerosísimos festivales, las programaciones de los auditorios, las clases en los conservatorios y escuelas de música, la música se percibe mayoritariamente como un entretenimiento, como una parte más del ocio, muy poco valorada. Mientras no sepamos aprovechar el enorme potencial que tiene la música para solucionar conflictos, para curar enfermedades,  para conmover corazones, e incluso ―¿por qué no?― para derivar razonamientos científicos, estaremos sin duda en una segunda línea cultural.

Aparte de una excelente técnica y posición ¿qué tiene un músico excelente sobre el escenario?
Para mí un músico excelente es aquel que no solo domina su instrumento y el saber estar (quizás no sea eso lo más importante), sino también el que, con su interpretación, es capaz de transmitir una experiencia sensorial que forma parte de la inefabilidad de la música. No hace falta ser un experto ni entender nada de música para captar esa sensación, simplemente se deja notar cuando un estremecimiento recorre el cuerpo del oyente.

           
En más de una ocasión oímos que el instrumento es un órgano más del músico. Ángel ¿qué piensas al respecto? ¿Cómo se transmite sin hablar con palabras en un concierto?
Los músicos tendemos a buscar precisamente eso de nuestro instrumento, que sea una parte más del cuerpo. Pienso que quizás los guitarristas y cellistas pueden llegar a tener esto más asumido, ya que prácticamente “abrazan” sus instrumentos. Los músicos de tecla, como es mi caso, necesitamos hacer de la técnica un modo de “prolongar nuestros brazos” en el teclado.

No creo que pueda explicarse ese poder transmisor de la música. Tampoco es fácil llevarlo a cabo. Simplemente “surge”. Un truco que intento siempre poner en ejecución, que me enseñó uno de mis grandes maestros, es cantar, tanto interiormente como exteriormente, al mismo tiempo que toco. En definitiva, sentir uno mismo la música.

¿Hay diferencias entre un músico profesional dedicado a la música clásica y un músico profesional dedicado a la música ligera?
Supongo que hay diferencias de ambiente musical, de lenguajes melódicos y atmósferas rítmicas. Pero la formación de cualquier músico pasa por dominar las mismas herramientas. Incluso creo que son actividades que se complementan muy bien, todos los músicos tendríamos que poder desenvolvernos en cualquier situación.

¿Qué podemos disfrutar en uno de tus conciertos, como por ejemplo, en los próximos que vas a ofrecer dentro del IV Ciclo de Conciertos de Órgano en Lastras de Pozo?
El día 7 interpretaré un programa variado, como por otra parte suelen ser los conciertos de órgano, prestando atención a la música española antigua, con los autores Francisco Correa de Arauxo, José Ximénez y Pablo Bruna; y también música antigua europea, con el compositor holandés Jan Pieterszoon Sweelinck, los alemanes Johann Kaspar Ferdinand Fischer, Samuel Scheidt y Johann Kaspar Kerll, así como el “inglés” Georg F. Haendel (de este último tocaré un arreglo realizado ya en 1750 del conocido número “The Arrival of the Queen of Sheba” de su obra Solomon). En definitiva, obras de los siglos XVII y XVIII.

Hay otras dos obras en el concierto que se salen de este esquema, ya que son creaciones contemporáneas. Una de ellas, Caminito, Caminando, del alemán Robert M. Helmschrott, se compuso hace una década con ocasión del Festival Internacional de Órgano de León, y está basada en la melodía de un villancico leonés. Es una música fresca, que juega con un lenguaje barroco, pero adaptado a las líneas compositivas actuales.

La otra pieza contemporánea que interpretaré está recién salida del horno. De hecho, se ha terminado de componer hace unas pocas semanas, ya que su estreno estaba dirigido a un concierto recientemente realizado en un pueblo de Valladolid llamado Matapozuelos. El compositor, Álvaro Carretero, también organista y amigo mío, ha tenido el detalle de cederme esta obra para interpretarla en Lastras. Se trata de Improvisación sobre Puer natus est, una pieza que basa sus motivos melódicos en el conocido canto llano religioso. Tiene un lenguaje minimalista, crea efectos y atmósferas muy interesantes y aprovecha muy bien los recursos del instrumento. Creo que sin duda será muy bien acogida.

Con estas dos obras contemporáneas quiero reivindicar que nuestro instrumento, el órgano, es un instrumento vivo. De hecho, es el instrumento por antonomasia, cuyo repertorio se sumerge en toda la historia de la música. Otros, como el clave o la chirimía, vieron la decadencia de su repertorio y cómo prácticamente se dejó de componer. En cambio el órgano siempre supo adaptarse a cada período artístico, aunque evidentemente ha tenido momentos más importantes que otros. Sin embargo, creo que la producción contemporánea en órganos históricos juega un papel decisivo en el futuro de estos instrumentos, a pesar de que es un repertorio mucho menos conocido y difundido que el renacentista, el barroco o el romántico.          


¿Puedes contarnos alguna anécdota en algún concierto? ¿Cuál es el sitio más exótico donde habéis actuado?
Anécdotas hay muchas. A veces es mejor que no las haya. El órgano es un instrumento de viento que se abastece de aire a través de unos fuelles grandes, que hasta finales del siglo XIX se accionaban con fuerza humana, pero que desde entonces se mantienen llenos gracias a un motor-ventilador eléctrico. Esto hace que, en ocasiones, exista un factor sorpresa no muy agradable. En una ocasión, justo antes de empezar un concierto, se estropeó un componente del cuadro eléctrico del órgano, lo cual hizo que casi se tuviera que suspender el concierto, de no haber sido por un tío mío que había ido a escucharme y que entendía un poco del tema, que fue quien hizo que, gracias a un empalme bastante rudimentario, el sistema echase otra vez a andar.

En otra ocasión, en medio de un concierto, se fue la luz de la iglesia, lo que arrastró consigo también el interruptor del órgano. Afortunadamente, se restableció bastante rápido y los fuelles no llegaron a vaciarse…

El sitio más exótico al que, de momento me ha llevado la música, ha sido en una actuación con María en Marruecos, más concretamente en Tetuán. Guardo muy buenos recuerdos del viaje, porque no conocía el país y me impactó casi todo lo que vi.

En muchas ocasiones se echa en falta la presencia de público joven en los auditorios ¿Por qué ocurre esto? ¿Qué se puede hacer?
No creo que haya una explicación única para este problema, lo veo más como un conjunto de problemas tan complejo como difícil de resolver. Por un lado, veo obvio el papel que juega la educación en todo esto. Tenemos un sistema educativo al que la música le importa bastante poco. No se trata de que los niños aprendan un par de nociones de solfeo, los nombres de las notas musicales, un dominio discreto de la flauta dulce y cuatro nombres importantes en la historia de la música. La música se debe amar desde dentro: amando un instrumento. Creo que debería facilitarse mucho más el estudio de la música desde edades tempranas, el acceso a instrumentos, etc. El que un niño o una niña aprendan con cinco años a tocar el piano o el clarinete no significa que vayan a dedicarse profesionalmente a ello, pero lo que no cabe duda es que ese aprendizaje musical les marcará para que en el futuro tengan sensibilidad por la música y acudan a conciertos, además de todas las ventajas que, según los científicos, la música aporta para el desarrollo del ser humano.

Además de todo esto, por supuesto, hay otros factores. Quizás, entre las muchas distracciones que un joven tiene a su alcance hoy en día (videojuegos, internet, televisión, deportes, discotecas, etc.), el acudir a un concierto no se les haga muy atractivo…

           
¿Cuáles son tus planes para el resto del 2013 y comienzos del 2014? ¿Algún concierto importante? ¿Festivales? ¿Salidas al extranjero? ¿Nuevas grabaciones, quizás?
Además de los conciertos de Lastras del Pozo, me queda un concierto en la provincia de Ciudad Real y mi colaboración habitual en la liturgia de la Catedral de Segovia y de Lastras del Pozo. Quizás sea pronto para hablar de planes para más adelante, aunque ya se están fraguando un par de compromisos en Madrid y quizás un compromiso fuera de España, pero, como digo, aún queda tiempo por delante.

¿El mundo digital va a acabar con el mundo de la música tal y como lo conocemos hoy en día? ¿Cuál crees que es el futuro del músico?
Afortunadamente, la música tiene un componente inmaterial, absolutamente efímero, que deja de existir cuando se trata de un archivo en formato digital. En un concierto, el intérprete contacta con su público. En una grabación, se trata de buscar la perfección interpretativa, amén de otras finalidades. Sinceramente, para un intérprete de la música de órgano como yo, este no es un problema que me preocupe en estos momentos. Veo el futuro del músico como el presente y el pasado: el músico ha sido, es y será siempre un artista más, y como tal tenderá a hacer partícipes al resto de personas de su interpretación personal de la realidad a través de su arte.

¿Cuál ha sido tu mejor momento / recuerdo en la música?
Creo que es más sencillo pensar en los momentos menos afortunados que en los mejores momentos. La música muchas veces conduce a bellos e imborrables recuerdos. Sería imposible decir uno solo.


MISCELÁNEA

¿Podrías recomendarnos…

...un libro?:
Cualquiera de Ramón Pérez de Ayala. Si tuviera que decantarme por una de este autor, quizás fuese Tigre Juan y El curandero de su honra. Pero es difícil decir solo una, hay miles imprescindibles (La Regenta de Clarín, La desheredada de Galdós, La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza, …)

...una película?:
Admiro los últimos trabajos de Woody Allen, también me gustan las películas comerciales de superhéroes, pero tengo que decir que una de las que más me han gustado en los últimos años ha sido Bon apetit de David Pinillos.

...una obra?:
Cada vez que piso el Museo del Prado no puedo dejar de visitar el cuadro de El descendimiento de Van Eyck. Simplemente impresionante, por todo lo que transmite, la expresión de los rostros, el tono de los colores, la teatralidad de las posiciones… Una obra geniel.

...un álbum?:
La grabación de los conciertos de Vivaldi realizada por The English Concert para Deutsche Gramophon, dirigidos por Trevor Pinnock. Tiene ya bastantes años, pero mantiene una frescura que me encanta cada vez que lo escucho. Y Vivaldi es otra de mis debilidades…

...un solista?:
Gustav Leonhardt.

Gracias por tu tiempo y encantado de hablar contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario