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domingo, 31 de mayo de 2015

Crónica del concierto de Vetusta Morla (Barclays Card Center, Madrid, 23 de Mayo 2015)

LA CRÓNICA
texto de Blanca Gómez / fotos de Javier Sanz

El pasado 23 de mayo, en el Barclays Card Center de Madrid (antes conocido como Palacio de los deportes) sobre las 10 de la noche, sucedió algo mágico. En un mismo lugar nos reunimos quince mil personas con algo en común: amor por la buena música, y en concreto por la de unos chicos de Tres Cantos que empezaron ya hace 9 años.

Se trataba nada mas y nada menos que de Vetusta Morla. A las 10 en punto la luz se apagaba, salían los chicos entre gritos y aplausos, y Pucho cogía las baquetas para empezar con los primeros golpes de tambor de 'La deriva' mientras se acercaba al micrófono. Este fue el primer single de su último disco, publicado en 2014 que lleva el mismo nombre, y el cual presentan en esta gira por todo el país.


Acompañado por David Garcia 'El Indio' (batería y coros), Álvaro B. Baglietto (bajo), Jorge González (percusión), Guillermo Galván (guitarra, teclado y coro) y por Juan Manuel Latorre (guitarra y teclado), llenaron el enorme palacio de magia, siguiendo con 'Lo que te hace grande' y con un gran 'Golpe Maestro' que ya consiguió tener a todo el público coreando estribillos.

El escenario se iluminó de verde para seguir con mas temas del último disco como fueron 'La mosca en tu pared', 'Piromanos', 'Fuego' y después de 'Rey Sol' (de su primer disco 'Un día en el mundo') llegó el turno de uno de los temas más esperados: su último single recientemente presentado, 'Cuarteles de invierno' rompiendo nuestro silencio tal y como dice la canción.

Y se detuvieron para dedicarle un momento al público. 'Un sueño hecho realidad. Hoy somos quince mil personas las que estamos aquí. Estamos viviendo un cuento. GRACIAS'. Y su mejor forma de agradecerlo fue con 'Copenhague', un clásico del grupo. Y siguiendo esta tónica nos centramos un rato en los primeros discos, con unas preciosas 'Baldosas amarillas', un 'Sálvese quien pueda', 'Un día en el mundo' y con un paseo por 'Saharabbey road'. En ese momento, teniendo a todo el mundo coreando el estribillo de este último tema, llego una de las grandes que reflejaba el concierto a la perfección: 'Maldita dulzura', la suya. Volvimos a 'La deriva' momentáneamente para celebrar una gran 'Fiesta mayor', y volvimos a 'Un día en el mundo' para una magnifica 'Cuadratura del círculo'


Y el grupo se despedía entre agradecimientos, y se iba. Pero fue imposible que no oyeran como todas aquellas pedían la vuelta del grupo, y volvieron con un 'Año nuevo' que introducía uno de sus mayores éxitos y que la gente pedía a gritos. No podía estar ausente en aquel concierto 'Valiente'. Por último, 'El hombre del saco' despidió los bises.
Pero de nuevo la gente pedía mas, y Vetusta concedió una última canción más para clausurar aquel homenaje a la buena música: 'Los días raros'.

Definitivamente, se han ganado ser tachados de ser uno de los mejores grupos del panorama español de la actualidad. Ansiosos por verlos de nuevo en su nueva fecha DE noviembre en el mismo lugar. 'Tal vez lo que les hace grandes es tenerlos delante otra vez'

¡¡Bravo Vetusta!!


















Crónica del concierto de Monóxido (Sala Beat Club, Segovia, 10 de Mayo 2015)

LA CRÓNICA
por Josechu Egido @josechu_egido

Se notó en el trascurso del concierto que Ros, esa noche del 10 de Mayo de 2015, en la sala Beat Club de Segovia, estaba con los pucelanos Monóxido.

Sus contantes referencias y rezos a ese ente mitológico al que tanto adoran el gilipollas de Monóxido y sus secuaces, consiguieron que el espectáculo musical del grupo más rural de Castilla y León, fuera algo grande y muy recomendable de ver en directo.


Su espectáculo basado en un rock de alta calidad, se convierte en un espectáculo diferente, a caballo entre un cómic de Mortadelo y Filemón, los cuchicheos en un teleclub de cualquier pueblo de la Castilla profunda y la adoración de una secta poco creíble de un dios que todos conocemos (el Ros de mecagüen). Si a todo ello lo aderezas con una legión de fans volcadas con el grupo, unas letras entre irreverentes y reales como el pueblo mismo, y unos músicos que saben lo que hacen, y lo hacen bien, y te olvidas de la "corrosión en su corral", tienes asegurado un buen rato, lleno de diversión durante casi 2 horas, en las que no pararás de bailar y de reír.

Monóxido son grandes, y ya es hora que se enteren más allá de las eras de su pueblo.